Primer paso: La primera tarea consiste en desbastar la madera con una lija de grano 36 para eliminar imperfecciones y rayas presentes en la superficie. Este proceso se realiza en toda la superficie con una máquina de banda, y luego se utiliza una orillera para trabajar en los bordes.
Segundo paso: A continuación, se pasa una lija de grano 60 para eliminar las marcas dejadas por la lija de grano 36 y dejar la superficie más suave.
Tercer paso: Si se trata de una tarima o parquet con muchas juntas abiertas o se va a utilizar barniz al agua, se recomienda realizar un emplastecido con aserrín de la madera mezclado con una resina ecológica.
Sin embargo, es importante llevar a cabo este procedimiento solo en casos particulares, ya que al pasar por varias lijas se desgasta más la madera. Para realizar el emplastecido, se debe trabajar con una lija de grano 60 después de haber lijado previamente con el mismo grano, y luego se pasa nuevamente una lija de grano 60 o 80 para eliminar el emplastecido y dejar la superficie limpia del emplaste antes de afinarla con una lija de grano 100.
Otras posibilidades innovadora:
También es posible realizar el emplastecido después de haber pasado la lija de grano 100. Este enfoque es adecuado cuando las juntas no son profundas en madera de roble. En el proceso de imprimación, se mezcla un poco de harina de almorta con el barniz y se aplica con una espátula sobre la superficie. Al mismo tiempo que aplicamos la imprimación, sellamos las juntas. Lo bueno de este procedimiento es que evitamos lijar directamente sobre la madera, lo que a largo plazo puede prolongar la vida del parquet. Además, las juntas quedan más claras.
Cuarto paso: Se procede a aplicar la primera capa de barniz, que actúa como una imprimación. Una vez que la madera ha absorbido el barniz, los poros se abren, y es necesario pulir la superficie.
Quinto paso: Se aplica la segunda capa de barniz, preferiblemente con brocha para tener un mejor control sobre la cantidad de producto aplicado. Con esta capa, se busca dar cuerpo al acabado.
Sexto paso: Pulido. Este procedimiento tiene como objetivo dejar la superficie completamente lisa, eliminando cualquier aspereza.
Séptimo paso: Aspirado. Es importante aspirar minuciosamente la superficie para que, al aplicar el barniz, esté totalmente libre de polvo.
Octavo paso: Aplicación de la última capa de poliuretano. Se puede realizar con brocha o rodillo de microfibra. Si la superficie es grande, se recomienda el uso de rodillo, mientras que para maderas más porosas como eucalipto u roble, se puede emplear la brocha.
Espero que estos ajustes mejoren el artículo. Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más ayuda, ¡no dudes en preguntarme!